los pacientes suelen estar satisfechos con la competencia profesional del personal, pero identifican una deficiencia importante en la información que reciben al salir del servicio. Comparto esta observación, ya que en muchas ocasiones el paciente y su familia no comprenden completamente el diagnóstico, el tratamiento o los cuidados que deben continuar en casa. Esta falta de comunicación puede generar ansiedad, errores en el autocuidado y, finalmente, insatisfacción.
Desde mi punto de vista, es necesario fortalecer la educación al paciente, dedicar tiempo a explicarle lo que necesita saber y asegurarse de que haya comprendido las indicaciones. Además, mantener una actitud empática, amable y respetuosa ayuda a que el paciente se sienta valorado y cuidado como persona, no solo como un número. En conclusión, considero que la satisfacción del paciente depende del equilibrio entre la competencia técnica y la calidad humana en el ejercicio de la enfermería.